CENAS DE TRABAJO.

Este es uno de mis momentos navideños (la foto no, las cenas de empresa. El día que me vea como el de la foto me replanteare mi vida). Mucha gente opina que las cenas familiares son hipócritas, pero por lo menos son tu familia, las cenas de empresa si que son hipócritas y subrealistas.
Hipócritas porque de no ser por trabajar en la misma empresa, habría con gente con la que no compartiria mantel ni de coña, además por la puñetera ley de Murphy o por su puñetera madre o yo que se, siempre te retrasas hablando con alguien y cuando llegas a la mesa solo queda sitio libre al lado del imbécil ese al que le dices buenos días simplemente por educación.
Aguantas la cena, y a los cafés empieza la parte subrealista. La gente de repente olvida que llegara el Lunes y desvaría de unas maneras increíbles. Esta el jefe estirado que te trata como si fuerais amigos de toda la vida, y sin embargo trabajando casi no sabe ni como te llamas. Este es el mismo que le tira los tejos a la ultima becaria que ha entrado en la empresa. También aparece el típico tímido y paradito en el trabajo que en estas cenas se desmelena y se coge la borrachera de su vida y después tiene que aguantar un año de vergüenza.
Porque lo malo de estas cenas es que se pasan, y cuando vuelve la rutina diaria estas una semana o quince días hablando de la borrachera que llevaba tal, o fulano y fulanita acabaron juntos, mengano le dijo cuatro verdades en la cara al jefe y ahora le quedan quince días de trabajar aquí...
Pero bueno es una parte mas de la Navidad, que dios o quien sea nos coja confesados. Y un consejo pasároslo lo mejor que podáis en vuestra cena de empresa pero tener presente que existe un Lunes.
Besicos para tod@s, muac!